jueves, 8 de noviembre de 2012




What is love but the strangest of feelings?
A sin you swallow for the rest of your life?
You’ve been looking for someone to believe in
To love you, until your eyes run dry

She lives by disillusion glow
We go where the wild blood flows
On our bodies we share the same scar
Love me, wherever you are

How do you love with a faith full of rust?
How do you turn what the savage take?
You’ve been looking for someone you can trust
To will love you, again and again

How do you love in a house without feelings?
How do you turn what the savage take?
I’ve been looking for someone to believe in
Love me, again and again

She lives by disillusions glow
We go where the wild blood flows
On our bodies we share the same scar

How do you love on a night without feelings?
She says “love”, I hear sound, I see fury
She says “love’s not a hostile condition”
Love me, wherever you are

Love me, wherever you are
Love me, wherever you are
Wherever you are

sábado, 24 de marzo de 2012

Somebody that I used to know


Esto va a ser acuchillante. Violento. Turbio. Suicida. Y polvoriento.


La necesidad de escribir sobre aquello que anida en mi interior, es algo que desde bien pequeña ignoraba.


Soy bien consciente de la amargura que origina en mi interior. Ahora sé que el antídoto está en extraerlo. Con fuerza. Con tanto impulso que la última gota de mierda salga. Que no quede nada rezagado. Absolutamente nada.


Te pasas la vida haciendo promesas. A ti mismo. A los demás. Pero sobretodo a aquellos que más quieres.


El problema está en volver a recaer. Como decidir no volver a morderte las uñas. Decidir no volver a encender un cigarrillo nunca más. No volver a mentir [te]. El problema es inevitable.


Es una promesa que no se mantiene eternamente. Sobretodo para signos del zodíaco tan procaces como el mío. Tan traicioneros con nosotros mismos. Cuidamos nuestro alrededor, pero ametrallamos nuestra esencia de ser. El resultado son una serie de pequeñas metamorfosis que nuestra alma experimenta.


Hay gente que da vida cuando toca. Tiñe de colores del puto arco iris su alrededor. Nosotros no.


Por favor, no adoptéis un géminis en vuestra vida. Al no ser que queráis morir de incertidumbre, cansancio mental o almorranas.


La paradoja es la siguiente: somos rencorosos como los que más. Pero somos tan jodidamente sencillos de hacer felices… y mantenernos en ese estado no es tarea ardua. Os gusta danzar en la cuerda floja con nosotros. Somos muy transparentes. O al menos lo éramos. Yo ya no sé como soy.


Solo sé que esto acabará contigo.



jueves, 10 de marzo de 2011

Verdades, las justas

Es una mentira.
Son un montón de tristes desconocidos fotografiados preciosamente, y… Todos esos imbéciles que aprecian el arte dicen que es bello porque eso es lo que quieren ver.
Pero la gente de las fotografías están tristes, y solas…
Pero las fotos hacen que el mundo parezca más bello así que…la exposición es una mentira y todo alrededor es una gran mentira.

lunes, 7 de marzo de 2011

And so it is


He dejado de quererte.

¿Desde cuándo?

Desde ahora. Hace un rato. No quiero mentir y no puedo decir la verdad. Se acabó.

No importa, te quiero, nada de eso importa.

Demasiado tarde, ahora ya no te quiero. Adiós. Te diré la verdad para que puedas odiarme.

Te prefiero a ti.. ahora vete.

Ya lo sabía. Me lo dijo él.

¿Lo sabías?

Necesitaba que me lo contases tu.

¿Por qué?

Porque podía haber mentido. Tenía que oírlo de tu boca.

No te lo he contado porque sabía que nunca me perdonarías.

Claro que si, ya lo he hecho.

¿Por qué te lo dijo?

Porque es un cabrón

¿Cómo ha podido?

Él quería que pasara esto

¿Por qué ponerme a prueba?

Porque soy un idiota

¡Sí! Te habría querido… para siempre. Ahora vete por favor.

No me hagas esto Alice, háblame.

Te estoy hablando. Vete a la mierda.

No... perdona, no me has entendido, yo no quería..

¡Claro que si!

¡Te quiero!

¿Dónde?

¿Qué?

¡Enséñamelo! ¿Dónde está ese amor? no.. no lo siento, ni… ni lo toco. no lo noto. lo oigo, oigo… oigo palabras pero no me sirven de nada tus palabras vacías. digas lo que digas… ya es tarde.

Por favor no me hagas esto.

Ya está hecho. y ahora por favor vete. o llamaré a seguridad.

viernes, 7 de enero de 2011

No te echaba de menos



Oh… ya tardabas en llegar…

Tan solo han pasado 8 días.

8 días tan solo para darme cuenta de nuevo, que todo es deprimente.

Por eso sería estúpido retomar viejos pensamientos que punzan. Los de hoy lo hacen de lo lindo.

Hoy todo duele y nada daña. Que aspiración albergas cuando tu puerta está casi cerrada. Es deprimente. Pero lo que más duele no es dejar la vida, sino abandonar lo que le da sentido.

No me gusta verme sola. En la soledad puedo ver quien soy bajo la piel. Y no me gusta. Fue entonces cuando sentí con intensidad repugnante la necesidad de gritar y llorar con la fuerza justa para desquebrajar mis cuerdas vocales. Escuchaba el azote de la lluvia en las ventanas y me parecía como si los cristales estuvieran llorando conmigo.

Llegados a este punto prefiero agarrar mi almohada e intentar asfixiar mi odio y depresión por descubrir cual es la que opone más resistencia. Justo aquí.. en este punto, me siento vulnerable. Nunca sabes donde está tu límite. Porque nunca llegaste a final. Y es como todo: lo verdadero es un momento de lo falso.

A veces pienso que siempre he tomado las decisiones más importantes sin enterarme, no todas.

Pero es justo en medio de esa situación límite en la que rasca la puerta entreabierta esa vida deliciosa. Ese peludo que camina a cuatro patas. Que cuando me localiza, mueve el rabo y lanza un ladrido que hace volver mi mente al lugar coherente que pertenece.

Me salvaste una vez más.


Hay veces que buscando ciertas cosas encuentras otras por el camino. También en la vida. Eso es lo que me sucedió al dar con un cuaderno en que tenía garabateadas mil cosas, sin orden...


* frases en cursiva: Etxebarría, L. (1999) Beatriz y los cuerpos celestes o Tierra de por medio.

jueves, 6 de enero de 2011

Qué voz mientras durante fue la primera vez



La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra.


Nadie quiere desorganizar su mundo. Por eso, mucha gente consigue controlar esa amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.

Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones para todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabó destruyéndolo todo.

Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿cuál de las dos actitudes es la menos destructiva?

No sé.

"Diario de María, dos días después de que todo volviera a la normalidad"


sábado, 1 de enero de 2011

Haz que esto continúe por siempre



Pureza es la que se pierde mientras juegas con tu vida. De una manera u otra, la vamos perdiendo.


Auxilio, lo he hecho de nuevo. He estado aquí varias veces antes.


Hoy me he perdido de nuevo a mí misma, y la peor parte es que no hay nadie a quien culpar.

Envuélveme con tus brazos y abrázame fuerte para no dejarme olvidar el camino.


Despliégame, soy pequeña y necesitada. Dame calor y respírame.

Vaya. Me he perdido de nuevo. Me perdí a mi misma y no hay lugar donde encontrarme.

Si, pienso que tal vez me puedo quebrar. Me he perdido de nuevo y no me siento a salvo.


No permitas que esto se convierta en algo que no es. Y aunque sólo puedo darte todo lo que tengo, no dejo espacio para arrepentirme.

Porque no puedo estar tan arrepentida como tú piensas que debería estarlo. Y te amo más de lo que cualquiera pudiera.


Todo lo que sigo pensando a lo largo de toda esta pelea, es si pudiera tomar toda mi maldita vida para hacer esto bien, porque del mástil astillado del que me aferro no me salvará por mucho.


La última razón es que hemos pasado por cosas mucho peores antes. Me sentí conectada a algo tan intenso como el peso del agua. La manera en que me enseñaste cómo aprender todo lo que he aprendido.


Tu última palabra en la última frase que siempre pronunciaste, fue amor.


Y no sé hacia dónde mirar. Mis palabras tan sólo rotas y desvanecidas.


Por favor, envuélveme con tus brazos y abrázame fuerte para no dejarme olvidar el camino.