sábado, 1 de agosto de 2009

Deshilachando la madera

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Me siento en mi silla de esparto, allí afuera, en mi balcón. Con mi persona melancólica absorvida por un olor a café recién hecho. A pesar de ello, no hay luz ni color... en esta podrida vida que nos rodea. Es entonces cuando...

Voilà! A primera vista un humilde veterano de Vaudeville en el papel de víctima y villano por vicisitudes del destino. Este visage, ya no más velo de vanidad, es un vestigio de la Vox Pópuli, ahora vacua, desvanecida… Sin embargo, esta valerosa visión de una extinta vejación, se siente revivida, y ha hecho el voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad! El único veredicto es venganza, vendetta, como voto y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta, un día vindican al vigilante y al virtuoso…

Vaya, una lágrima ha liberado mis ojos no impunes de delito, sin conciencia, sin remordimientos, sin parloteos.. Y.. ay! Como se clavan estas astillas! Dejaré pues, guardar todos y cada uno de los sentimientos aquí experimentados hoy, en un saquito de sabiduría.. a la espera de nada.
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1 comentario:

  1. Este es pa mi ^^

    El último que has hecho es el que se entiende más... Bueno es que si supiera qué debo entender de tus escritos quizás lo entenería,¿ Me entiendes?
    Tu dijiste una vez que estabas escribiendo un libro, ¿ no?

    Por cierto, a mi también me encantan las conversaciones que no van a ningún lado, cómo tu has dicho son adorables, pero al fin y al cabo cómo nada tiene sentido incluso las más lógicas resultan ser de ésas...

    Iso

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